Donar plaquetas es una de las maneras más valiosas de ayudar a quienes están enfrentando enfermedades graves. Las plaquetas son células esenciales para la coagulación de la sangre, necesarias para detener sangrados y proteger contra infecciones. Personas con cáncer, quienes han sufrido accidentes o
pacientes sometidos a cirugías complejas necesitan de estas donaciones para poder recuperarse y mejorar su calidad de vida.
Una donación de plaquetas puede marcar la diferencia entre la vida y la muerte para alguien que atraviesa tratamientos agresivos, como quimioterapia, que afecta sus propias plaquetas y los hace vulnerables. Además, una sola donación de plaquetas puede ayudar a varios pacientes, convirtiéndote en una verdadera fuente de vida para otros.
El proceso es seguro y toma entre 1 y 2 horas. Durante la donación, una máquina separa tus plaquetas y devuelve el resto de los componentes a tu cuerpo, asegurando tu bienestar. ¡Es un pequeño sacrificio de tiempo para un impacto enorme en la vida de quienes más lo necesitan!